El arte de hablar y no entenderse.
Te voy a contar algo que sabe todo el mundo, y algo que no sabe todo el mundo.
Las personas somos muy diferentes. Eso es algo que sabe todo el mundo, pero no todas las personas lo tienen en cuenta. Me explico:
Nueve meses después de empezar a trabajar como programador, llegaron a la oficina dos nuevos compañeros de trabajo.
Una de esas personas era extranjera; la otra, no.
Yo tenía que hacerles la acogida y explicarles el producto en el que estábamos trabajando.
Total, que después de presentarnos y de darles un par de directrices, mis compañeros empezaron a instalarse y a empaparse un poco de lo que tenían que hacer por su cuenta. Hasta ahí, todo bien.
‘Parece gente agradable’, pensé. Primer día superado.
Segundo día
Me senté con mi compañera (la que era extranjera) y le expliqué lo que tenía que ir haciendo en sus primeros días. Algún problemilla idiomático pero bueno, en general, todo bien.
Me moví entonces al lugar donde estaba mi otro compañero, una persona muy culta e inteligente, con un humor que me hacía (y me hace) muchísima gracia. Alguien que, poco tiempo después, descubriría que es una maravillosa persona.
Pues…oye, en aquel momento, en el primer contacto, parecía que yo hablaba en japonés y él en flamenco. Pero que no había manera de que lográramos entendernos entre nosotros, de verdad.
Parecía una conversación entre besugos.
No recuerdo con precisión cuál era el tema de conversación, pero serían conceptos técnicos del trabajo a realizar.
Ambos nos mirábamos perplejos como diciendo
‘A ver, a ver, a ver…espera un momento, ¿qué cojones está pasando aquí?’
y nos reíamos.
Aprendizajes Importantes
Y esta es la parte que no todas las personas tienen en cuenta.
Cuando las conversaciones son más mundanas, más sociales… y conoces a alguien nuevo, si no te entiendes hablando con esa persona, muchas veces tendemos a coger la vía fácil, el atajo y decir: – vale, con este/a, cruz y raya.
Y esto también se traslada al mundo laboral. Y eso es jodido porque hacer esa asociación (errónea) te puede amargar bastante la jornada. Todos los días.
Este ha sido uno de los aprendizajes más importantes desde que empecé a trabajar en la empresa en la que hoy en día sigo trabajando.
Recuerdo que le dije algo como:
-Oye, está claro que aquí hay algo que no está funcionando. No sé si es porque yo no me explico bien o por qué narices es, pero yo no consigo hacerme entender y tampoco entiendo bien lo que me intentas transmitir. Para mí esto no es un problema porque si los dos queremos esto es cuestión de tiempo. Así que vamos a ver cómo podemos explicarnos las cosas de manera que nos entendamos.
Y así fue.
Cuestión de tiempo, de insistir MUCHO y de reírnos, a veces, bajo presión.
Pasaron meses hasta que las conversaciones entre nosotros empezaron a ser fluidas, pero lo logramos.
La Analogía del Cambio de Móvil
Cuando cambias de móvil y compras uno de diferente marca, pero mismo sistema operativo, las cosas son relativamente sencillas. Los menús son parecidos, las cosas están en el mismo sitio, se llaman de forma idéntica…tú sabeh.
Te haces fácil al nuevo cambio.
Pero si siempre has vivido con Android y te plantan un Iphone la cosa cambia. Hay elementos comunes, pero también hay elementos nuevos que debes conocer y a los que tienes que acostumbrarte con el tiempo.
Ambos teníamos que conocer los códigos y vocabulario del otro porque no éramos iguales. Aunque después tampoco éramos tan distintos.
Cuestión de voluntad.
Aplicación en Diferentes Circunstancias
Y esto me ha vuelto a pasar en diferentes circunstancias; con otros compañeros nuevos de trabajo y en formaciones que he impartido.
La diferencia es que yo ya había vivido una primera experiencia y, como decía mi spicóloga:
“Siempre que pasa igual, sucede lo mismo”.
Las personas tenemos códigos, costumbres, vocabulario, incluso maneras de ver la vida muy distintas. Y hay veces que tenemos que aprender cuál es la combinación de teclas para comunicarnos y hacernos entender.
Lo difícil, el truco, es no confundir un problema de comunicación con un problema personal y tener la voluntad de adaptarnos y transmitir lo que queremos transmitir.
Interactuar Efectivamente con chatGPT
Igual que con chatGPT.
chatGPT tiene sus propios códigos. No te hablo de códigos de programación.
Te hablo de un conjunto de normas, o costumbres que tienes que adquirir si quieres hablarle de manera efectiva.
A chatGPT le tienes que dar tres cosas cuando lo que quieres conseguir es más que un ‘dame 10 adivinanzas para niños de 6 años’:
- un objetivo,
- un contexto,
- y algo a realizar.
Y ese objetivo tiene que ser preciso.
Es cierto que en ocasiones te puede bastar con decirle:
Traduce esto al inglés: [TU TEXTO]
Pero no es lo mismo eso que apoyarte de chatGPT para elaborar una documentación técnica, un TFM o un presupuesto.
En eso creo que estamos de acuerdo.
Recomendación de Lectura
Y si no sabes cómo se establecen objetivos, aprovecho ahora que está recién empezado el año y que todo el mundo está en plan ternerito con sus propósitos de 2024 para recomendarte el libro de Mago More:
SUPERPODERES DEL ÉXITO PARA GENTE NORMAL
Consigue todo lo que quieras…trabajando como un cabrón.
El libro está muy bien y, en realidad, es más un libro para ayudarte a conseguir “tus metas”. Sin embargo y sin querer, te puede beneficiar para relacionarte mejor con chatGPT. Si lo lees y has usado un poquito chatGPT, me entenderás.
No todas las partes del libro me han gustado por igual, pero, aun así, merece la pena leerlo.
Conclusión: Habilidades Blandas en 2024
Recuerda: habilidades blandas. Eso es lo que yo trabajaría este 2024.
En eso no soy un experto, pero en enseñarte a mejorar tu relación con la tecnología y aprender sobre IA en diferentes niveles de profundidad, en eso, puedo ayudarte.
Y, además, te enseñaré mis habilidades blandas.
Las que sí tengo.
Las otras no puedo enseñártelas.
Y lo haré.
Chao.