El otro día estuve con un cliente.
Para estar con él tenía que desplazarme y cogí el autobús.
Pero antes pasé por la oficina de Correos para recoger una formación que me llega a casa todos los meses.
Me senté en el autobús (lado izquierdo y ventana normalmente) y me puse a leer la formación. En un momento pensé: “Joder, esto es tan bueno que prefiero leerlo tranquilo en casa.”
Entonces, las opciones eran dos: dormirme hasta mi destino (ojalá no pierda jamás la tremenda facilidad que tengo para caer seco en cualquier sitio) o escuchar música.
Ay, amigo, me dejé los auriculares en casa. Y tenía 45-50 min de trayecto por delante.
Pero…tampoco me dormí.
Apoyé la cabeza en el cristal frío y empañado de la ventana del autobús y empezó el “chou”.
Cuando empieza el “chou” pueden pasar dos cosas:
o empiezo a rumiar pensamientos como las vacas
o se pone a funcionar la maquinaria.
Cada vez rumio menos pero el efecto desde fuera es parecido en ambos casos:
te vas a encontrar a un tío con la mirada perdida al que le da bastante igual todo lo que esté pasando a su alrededor mientras no se apague su cabeza.
Por suerte, en esta ocasión se puso a funcionar la maquinaria.
Como cuando vas a la ducha y te dedicas a ducharte. Sin música, sin distracciones.
Como cuando vas de madrugada al trabajo, no hay nadie en la carretera y vas sin música, sin distracciones.
Ahí es cuando todo se enciende dentro de ti. Cuando todo está apagado fuera.
Entre otras cosas, se me ocurrió que tenía que hacer este post y que iba a meter un fragmento enteramente escrito por chatGPT.
Después, al final del post, te pediría que me dijeras SÍ o NO en comentarios para saber si habías sido capaz de identificar el párrafo escrito por chatGPT.
Así que aquí estoy, proponiéndote este pequeño ejercicio y pensando cómo será el próximo post que solo podrás leer a través de la web.
Porque ya te enseñé cómo estoy consiguiendo poco a poco generar tráfico en la web y saber a quién le interesa de verdad lo que hago y a quién no.
Recuerda: si te interesa, al final, vas.
Algún día también me gustaría explicarte por qué la IA no es solo chatGPT, pero ese no creo que sea el siguiente post y de paso me gustaría que me dijeras si te gustaría que te hablara sobre ello en comentarios.
¡Ah! Mientras iba absorto en mis pensamientos me entró hambre. Primero pensé en aceitunas. Después en chochos y finalmente en mi abuelo Valeriano y en lo mucho que le gustaban los chochos.
Como a mí.
Me flipan los chochos.
Y en honor a él el título de esta publicación.
Si eres de Salamanca, Portugal…. no te habrá pillado de sorpresa el título y ya sabrás que los chochos o altramuces son ricos en proteínas y fibra, pero bajos en grasas, lo que los convierte en un snack bastante saludable.
Además, en tiempos antiguos, se usaban para mejorar las tierras de cultivo, ya que son capaces de fijar el nitrógeno en el suelo. O sea, una planta con doble propósito: ayuda al campo y a la vez nos da algo rico para picar.
Por cierto, la reunión con el cliente…bien. Muy bien. Cuando las condiciones están claras está todo bien.
Y ahora es cuando te pregunto, ¿Has identificado qué parte del texto está escrita por chatGPT?
Pon un SÍ o un NO.
Si quieres arriesgar un poco más puedes ponerme las primeras palabras del párrafo o párrafos que sean enteramente generados por chatGPT.
Y si ya quieres rematar la jugada dime si te interesa que te cuente eso de que chatGPT no es la único que existe en el mundo de la IA.
Chao.